Declaración de principios


¡Que paren los aviones!

Son la prueba 
de que la humanidad
asume
que no puede volar.

A ojos de todos atestiguo que no se trata de una confesión, sino de una declaración de principios. Por el vigente principio de autorrepresentación -que no es otro que el principio de la identidad- declaro, afirmo y defiendo que yo soy yo y que no puedo ser ningún otro. Hablo pues, en mi propio nombre, y me excluyo de ser pertenencia de personas o grupos sociales que limiten mi campo de acción o de pensamiento en contra de mi propia voluntad, siendo ésta producto de mi misma identidad. Es para mí ésta una herramienta jurídica para el transcurrir de la vida.

''Cuando estás ante una dificultad, estás apunto de descubrir algo importante'' William Thompson. Sobre el esfuerzo y el éxito. El esfuerzo es beneficioso en cuanto a que significa que tienes algo por lo que esforzarte. Sin embargo, no se debe buscar en las acciones ningún trofeo, porque el trofeo es la propia realización de la acción. No debes olvidar nunca lo que has conseguido esforzándote. El éxito es solamente una tendencia, una propensión; un ridículo.

''La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos'' Alejandra Pizarnik. Sobre el cambio y la rebeldía. El cambio existe, es necesario y modifica la identidad y la voluntad. Hay cambios que escapan a nuestro control, pero esto no significa que debamos ser manipulados ni presionados en virtud de ningún interés. La rebeldía es ante todo, sufrimiento e impotencia. La rebeldía es fuerza y ganas de vivir; tantas, que a veces se convierten en ganas de morir ante la indiferencia declarada del resto de tus semejantes. Rebeldía es luchar por lo que ya está perdido; luchar por la utopía, por el imposible y contra el impasible. La rebeldía es sobre todo oposición y soledad. El cambio debe ser el principio de la rebeldía, nunca su final.

''Suave como el peligro atravesaste un día con tu mano imposible la frágil medianoche'' Leopoldo María Panero. Sobre la vida, la muerte y el fracaso. La acción es la herramienta que tienes para modificarte a tí y al entorno que te rodea. Las acciones pueden tener o no el efecto deseado, por eso hay personas que rehusan actuar. La muerte es útil para darle sentido a la vida, ya que la única manera de asegurar que algo haya existido es que ya no exista. Por otra parte, la muerte asegura un fin, una dirección, y por tanto, un fracaso. La vida y la acción no son necesarias, pero sí lo son la muerte y el fracaso para hacernos ver que cualquier situación es pasajera, y que toda experiencia nos enriquece como personas.

No creo que ninguna constitución deba tener más extensión. La debe poder entender un niño, o más difícil aún, un adulto.

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