10 de noviembre de 2014

El que contesta aquí soy yo.

Señor Grau;
ya que no va a dimitir ni a hablar de su imputación,

díganos al menos:

¿cómo le gusta la tortilla de patata?

Si los aparatos de su partido se lo permiten,
por favor especifique también
si la prefiere con cebolla o sin cebolla;
y no se preocupe por utilizar tecnicismos,
pues un pueblo tan castigado como el nuestro
a la fuerza sabe algunas cosas sobre patatas y repartos.

Entreténganos al menos.
Cuéntenos qué tal va el Valencia
o cómo es un intestino por dentro.
Haga algo útil. Gánese su(s) cacahuete(s).

¿O es que no se quiere dar cuenta?

Porque usted ya es pez barbado.

Le estamos preguntando por la verdad
-tómeselo como un ejercicio de ternura-
y responder con la verdad es por lo que usted cobra un sueldo público.

Y usted solo dice NO.
Ni tan siquiera dice nunca.

Pero su no de pecho no nos anodada.
Pesa menos que un auto del juez,
menos que una azada,
menos que los libros que estudio,
menos que el micro de un periodista.

Sin embargo es capaz de escacharle a usted.

Nadie como un cirujano
para saber cuándo hace falta cirugía.

Por eso nos extraña que no solicite su dimisión,
y preguntar por ella no es más que nuestra excusa
para que nos cuente la verdad.

¿Cuál es su excusa para no hacerlo?

Si le parece mal hablar con nosotros,
no se preocupe, ya hablará desde el banquillo.

Le compraremos una grada entera si quiere.
Será por imputados.

Usted dice tener sus propias líneas.
Y aquí tiene las mías.

https://www.youtube.com/watch?v=9l0IbEI7GHY

4 de julio de 2014

Sinopsis

Tenemos un poco de lo que nos sobra y desde luego nada de lo que nos falta. Supongo que en eso consiste la monopolización de los sueños. El hombre se dedica a señalar algo y que caiga muerto. Luego abre en canal la piel caliente de la Tierra, y le va metiendo poco a poco arterias y neuronas, se va proyectando en tuberías del gas y cables de la luz. Así pagamos a la Tierra por el delito de estar vivos, aportándole una sensibilidad subterránea, llenándola de flujos e impulsos eléctricos. Nadie nos pidió que lo hiciéramos. Comer y ser comidos. Ahí se acababa el trato. Pero nosotros tuvimos que complicarlo todo.

29 de mayo de 2014

Oficio de poeta

Noches como ésta me gusta disparar a las lápidas,
fundar un cráter en el dogma de la piedra que dice que he vivido
con ese nombre, en esta ciudad, bajo aquellos reyes.

Cuando toda mi biografía ha quedado reducida meros guijarros;         
me desnudo en mitad del humo, me quedo solo con la pistolera 

y cuatro cartuchos de impresora

y taca taca taca

te lo cuento.

28 de mayo de 2014

fffufuuuuu fuuuu

pobres de aquellos gelatinas
que piensen que me he callado
cuando solo estoy cogiendo aire

atentamente

el portador de plagas
el cabeza de horda

18 de mayo de 2014

dominadas

hoy no es uno de mis mejores días
estoy cansado sin tiempo para estarlo
tengo sueño y no me lo permito
y sé que tengo que cambiar algo para mejorar mi futuro

reordeno palabras que cojo de muerte a crédito
buscando mi mensaje de chusma
arañando de las paredes de mi ego una verdad de mercadillo
                   nostálgico como el uno de ser un cero entre dos

esta es mi primera lección del día:
cuando el tiempo trata de atropellarte
cualquier movimiento que hagas se traducirá en un desgarro
es mejor dejar que simplemente te escache
que te pase por encima con sus millones de toneladas
y se largue pronto a atormentar a otro desgraciado

solo así puede uno salir de la cama
aunque solo sea para seguir dando tumbos

te lo digo con total sinceridad

quién sabe
a veces de puta rabia el vaivén te aleja de la cripta
igualito que a un náufrago

al fin y al cabo es una cuestión de actitud
acabar creyéndote un payaso triunfador
o un grumo atragantado

no hay muchas más opciones
en la sociedad del espectáculo

dios mío
qué ridículo

aquí estoy tirándome de las intenciones
tratando de arrancarme una pasión
una lágrima de humanidad
nada
nada

(bueno

                                                            un poema)

nada
nada del latín domingo

5 de abril de 2014

¡BOUM!

Esa fina 
 línea negra
que bajaba
 de entre tu 
pelo
por tu cuello
tus hombros
tu espalda
resultó
ser
una 
mecha
.

Después, luego

no me importa quiero despedirme de ti
o mejor no te vayas

abrázame aquí necesito que veas esto
estoy bloqueando muchas cosas

miénteme o por lo menos
no me digas la verdad

me estoy empalmando
y no me apetece nada

pero por qué me conoces tan bien
otra vez me has hecho llorar

mejor no me hables de lo que quieres
los dos tenemos ese cromo repetido

diecinueve horas contigo
me hace cosquillas tu aire

sacar el clavo por el otro lado de la madera
lleno de astillas y tripas de árbol
colgar luego un adorno del agujero de trepanación

fumar un cigarrillo bajo la lluvia vertical
haciendo un pequeño submarino bajo el paraguas
después con un ligero mojándome
dejaré que el humo caiga sobre las estrellas

después
luego

la distancia al infinitivo es
el secreto de tu coxis
mi cuarto lleno de ausencias inquisidoras
y yo colgado del techo como un vampiro borracho de flujo

ya no somos niños
pero tenemos nuestros juegos

ah los jóvenes somos así
siempre con un pie metido en la guerra
siempre con la cabeza demasiado hueca

ah los románticos
nunca dejaremos en paz la botella de veneno
nunca aceptaremos que el capitán no se hunda con el barco en una sincronía de tango

esperaré a que pase el siguiente tren
como si pudiera hacer otra cosa

me acompaña el olor a moho de los andenes abandonados y
la rayuela azul que he pintado en el techo y
los planes de atentado para tu cumpleaños y
la decrépita luz de agonía sostenida durante meses
que permite arropar el martirio apreciarlo medirlo...
tan suave y tan ronca que ya no sé si la oigo desde el más allá

seguiré señalando los hilos de las marionetas con los ojos
seguiré mirándote las muñecas aunque sea de mala educación
pero ahora voy a mostrar algo de alegría
porque quiero aprender a pedir de nuevo.

12 de marzo de 2014

Semejantes

si solo tuviéramos el lenguaje
estaría todo el rato apilándote palabras
apilaría y apilaría
y al final del día tendría un montón de palabras reunidas
que metería hábilmente en mensajes, en poemas, en ensayos

todas esas palabras estarían haciendo,
bueno, haciendo no,
estarían significando distintas cosas
que es lo que hacen las palabras

yo trataría de apaciguarlas
las convencería para que suavizaran sus diferencias
con el objetivo de aparentar una cierta armonía
y así poder acercarme a ti...
otras veces las haría tronar como un enjambre
haría que afilasen sus semas picudos con ironía
y al final de la campaña les daría la satisfacción
de describir tu carne: su olor, su textura,
su flexibilidad o su rebeldía
irían pasando de sustantivos a adjetivos
como de padres a hijos

no sé
otro día igual me da por decir que no existes
o no me da la gana concretar el trazo en una letra y luego otra
y solo me apeteces como mancha de tinta en la frente de un fusilado

lo que es seguro es que repetiría siempre
y poco a poco iría formándose
en torno a lo que nosotros somos en el lenguaje
una gran geografía de mi deseo,
que poblaría con una extensa mitología
de brutas y sofisticadas alimañas

antes de entrar a nuestro mundo habría por supuesto
un funcionario que nos desmembraría amablemente
y nos reduciría a picadillo, a puro polvo;
luego nos arrojaría al viento por separado

así desde grano de arena iríamos recorriendo
todos los roles de esta alucinación,
sabiendo del otro solo que existe
y que está formando parte tal vez de un río
o de un verbo o de un fantasma o de una escafandra
nos encontraríamos siendo luz
animal o fenómeno atmosférico
como duda o arranque de ira
horizonte o utopía o silencio
como ausencia
o como monos humanos
o causa o estructura o partícula
en cualquier caso como inquilinos de una realidad prestada

de todas esas formas
encontraría yo la forma
de enredarme contigo
y sería además irremediable

pero resulta que no solo tenemos palabras:
yo tengo también ojos y brazos y piernas
y unos labios preciosos, muy finos,
y también tengo un pecho una cabeza
y unas manos de las que me encanta fardar

exactamente igual que tú

lo que finalmente nos convierte en semejantes,
inquilinos de un ser incompleto y libre en una tierra prestada;
creo que deberíamos hacer algo mejor que estar escribiéndonos y leyéndonos,
creo que deberíamos hacer algo que haga avergonzarse a los muertos de no estar vivos