4 de julio de 2014

Sinopsis

Tenemos un poco de lo que nos sobra y desde luego nada de lo que nos falta. Supongo que en eso consiste la monopolización de los sueños. El hombre se dedica a señalar algo y que caiga muerto. Luego abre en canal la piel caliente de la Tierra, y le va metiendo poco a poco arterias y neuronas, se va proyectando en tuberías del gas y cables de la luz. Así pagamos a la Tierra por el delito de estar vivos, aportándole una sensibilidad subterránea, llenándola de flujos e impulsos eléctricos. Nadie nos pidió que lo hiciéramos. Comer y ser comidos. Ahí se acababa el trato. Pero nosotros tuvimos que complicarlo todo.

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